domingo, 23 de septiembre de 2012

Reprimir como Ejemplo


               El Ministro de Gobernación, Héctor Bonilla, ordena en el sitio de la protesta de los normalistas (adolescentes la mayoría) reprimir la manifestación a golpes, rompiendo con ella una de la leyes que intenta proteger a los niños, niñas y adolescentes (Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolecencia–Ley PINA- artículos No. 4, 9, 11, 15, 17, 53, 137 entre otros) y nadie ha realizado una debanda contra el ministro por estar presente y ordenarla, pisoteando las leyes guatemaltecas que intentan poner orden en un caos social.
                Esto es un ejemplo de la impunidad que se maneja, es un ejemplo de la idea que este gobierno tiene acerca de como se deben de manejar las protestas y las manifestaciones sociales.  Está claro, desde antes, que era un gobierno que no venía a sentar la paz, a sentar un orden social, si no un orden que a él se le antojaría, y el que se le antoja es el que él dice o el que dicen las oligarquías, o las que dicen las mineras, o las que dicen las empresas eléctricas.  No es un gobierno que desea escuchar, a pesar de que la mayoría está en contra de algo.
                Es un ejemplo de la idea que tienen que tiene este gobierno acerca de las leyes de este país: no le interesan y estará en todo momento pisoteándolas con el objetivo de llevar sus ideas a la fuerza.  Raro en un militar.
                Es un ejemplo del desinterés que le tiene a la adolescencia, a la falta de interés por el dialogo con lo jóvenes, la falta de interés por determinar qué es lo más importante para las personas: para los niños, niñas y adolescentes.   Esto último también lo reafirma cuando vemos que en el presupuesto 2013 en educación se ha reducido significativamente en lugar de aumentar para lograr un giro en esta sociedad. (Claro que el aumento sí va para la cúpula militar)
                 El acto de reprimir a golpes a los adolescentes fue un ejemplo de lo que el Ministro y el gobierno tienen en mente, una mente militar: No escuchar, solo dar órdenes y estás tienen que ser obedecidas sin ser cuestionadas.  Como tendría que suceder en una sociedad militarizada (como la que sueña el Presidente Otto Pérez) y no en una sociedad que lucha por ser democrática real.

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