S. me comenta
en el desayuno que desea ser princesa, le escucho con cuidado no me gusta
interrumpir las fantasías y las realidades, y me dice: “todas las princesas
tienen un príncipe”. Sigo escuchando con
duda de esa idea, le respondo suavemente, tratando de inocular otra idea para
pensar: “No todas las princesas lo tienen, hay unas que deciden estar sin uno…”. Ella solo me mira y seguimos comiendo, pero
yo sigo pensando como demostrar eso en las fantasías, porque no es “mierda”
mía, es como dejar también un derecho que todas las mujeres tienen esa decisión,
“tener o no tener un príncipe a su lado… o lejos de ellas”.
Sigo pensando
mentalmente, todas las animaciones que he visto, algunas películas, etc.. Surgen en mi mente las niñas que salen en las
animaciones de Ghibli. Entonces le digo:
“Sabes, La Princesa Mononoke no quiso estar con el príncipe y decidió seguir sin
él…” ella solo sonríe respondiéndome: “Yo no he visto esa… y la tenemos ¿Verdad?”
Un fin de
semana, mientras cenamos miramos “La Princesa Mononoke”. La he visto varias veces y por eso recordaba
que ella rechaza al príncipe Ashitaka, sino que ella sigue con los espíritus
hermanos que la adoptaron para continuar con la lucha por el bosque. Cuando termina le digo: “Viste, no todas las
princesas se quedan con un príncipe…”.
Días después en alguna discusión con sus compañeras de escuela me dice: “…Mis
amigas conocen a todas la princesas pero no a la Princesa Mononoke…” (Me estoy
saliendo del tema). Y un par de semanas
después vemos “Nausicaä del Valle del Viento” y es una princesa que también no
tiene príncipe y es fuerte, decidida, lideresa y guía de su pueblo, al mismo
tiempo sentimental, contemplativa y justa con todos, cuando termina le digo lo
mismo: “Mira la princesa no tiene príncipe…”
ella me responde: “Las princesas tienen modales…” (jajajajajajaja).
Durante esta
película pienso en las demás que hemos visto junto a S., en dónde las princesas
Ghibli difieren bastante de las estereotipadas de Disney. En todas las de este estudio son niñas que
al final no tienen una necesidad de estar con un príncipe, pero no son las débiles
e indecisas niñas como las que Disney pone en sus películas, sino lo
contrario. Son niñas decididas, tiene
una fuerza espiritual, lideresas y sensibles al mismo tiempo, sus acciones
dependen de ellas mismas y no de los príncipes o de otros hombres. Son Heroínas en su historia, un paso grande
en un mundo de hombres.
Entre las dos
tipos de princesas, realmente prefiero las del Estudio Ghibli, porque dejan a
las mujeres con un papel importante y no hacen de “bobas” como sucede en el
estereotipo de Disney. A parte de otros
elementos que dichas películas tienen y que les hace falta tanto a Disney.
En Fin. ¡ARRIBA
LAS PRINCESAS GHIBLI!
No hay comentarios:
Publicar un comentario