¿Y qué pasa si tengo
tanta tristeza,
tanto odio,
tanto rencor,
tanto miedo,
tanto dolor?
Gritándolo al mundo,
que tus lamentos lleguen
al oído del cielo y de la tierra.
Pero y si no puedo gritar,
si mi garganta está sellada,
y mis ojos están secos
y mi lengua está entumecida.
¿Qué hago?
Transfórmalo
en música,
en letras,
en baile,
en pintura,
en arte.
Transforma tus gritos ahogados
en canciones,
en danzas,
en movimiento,
en poemas o cuentos,
en estatuas o monumentos,
en pintura o murales,
transforma esos gritos
en arte,
podrás sentir un poco de paz,
podrás sentir un poco de descanso.
Mensualmente estaré publicando escritos sobre la sociedad en la que vivo. Serán protestas para no quedarme callado y no ser complice de las cosas que no me agradan, aquí en Guatemala.
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